Dos Crímenes

De haber sabido que se moriría de un infarto, no simulo mi suicidio en el consultorio. Los cardiólogos ya no aguantan una broma.

Lo maté por mi espíritu de competencia: en el rancho apostamos a ver quién mataba al cerdo más grande. Ese día abrí el periódico, sería la inauguración de la "Expo-Ganadera", fui apunté y disparé. Lo malo es que se atravesó el Gobernador. Pero gané, ¿no?.


- Publio

VISITAS HASTA HOY