El llamado

Un amigo me leyó un libro de aventuras, su Señoría. Él tiene la culpa. Cuando me dijo: "la carne es mucha y los carniceros pocos", sentí un llamado. ¿Sí lo ha leído, señor?
  • Nástenka

Publiciación del Consejo de Rectores

Decoloren nos lo reenvió por correo electrónico, ella lo recibió de su hermano. De acuerdo al documento, el responsable de la publicación es el Mtro. Víctor Manuel Ramírez Anguiano. Rector del Centro Universitario de Ciencias de la Salud.

Pronunciamiento del Consejo de Rectores

Quienes conformamos el Consejo de Rectores de la Universidad de Guadalajara suscribimos el siguiente pronunciamiento, y lo ponemos a la consideración de la comunidad de profesores, estudiantes y trabajadores administrativos y de servicio:

1. La Universidad de Guadalajara atraviesa por una delicada circunstancia, inédita en las últimas décadas. Está en riesgo la armonía entre los universitarios y el correcto desempeño de las funciones institucionales. El presente se encuentra amenazado y se han estrechado nuestras posibilidades para ganar el porvenir.

2. Entre profesores y estudiantes privan la desazón y el desconcierto. Es casi el noveno mes del año y la universidad no tiene aprobado su presupuesto ampliado para 2008; se trata de una aberración administrativa que significa que no hay regulación ni acuerdo consensado sobre el destino de los recursos financieros de la universidad. Además, van prácticamente diecisiete meses de la presente administración rectoral y la universidad no ha revisado el Plan de Desarrollo Institucional.

3. Al Consejo de Rectores no se le ha convocado con la frecuencia suficiente, y cuando ha sido llamado no se ha respetado su carácter de órgano de planeación y coordinación de la red universitaria. Muchos son los temas y las tareas de la agenda de la universidad que siguen pendientes y que están a la espera de ser discutidos y acometidos por todos nosotros.

4. Dislocación de los procesos institucionales son palabras que sintetizan lo que ocurre en la Universidad de Guadalajara. La situación actual tiene los rasgos de una crisis de coyuntura; sin embargo, sus orígenes van mucho más allá de unas cuantas semanas atrás. Es un escenario configurado por el predominio de los intereses políticos particulares del Rector General en desmedro de los institucionales; por la interrupción del proceso de reforma académica, el abandono de los valores que dan identidad a la vida universitaria, el desacato al espíritu de la Ley Orgánica, y la falta de respeto a los órganos colegiados de gobierno de nuestra casa de estudios.

5. La Universidad de Guadalajara no puede continuar así. Los universitarios no estamos a merced de poderes unipersonales. El Consejo de Rectores tiene el deber, y así lo asume, de mantener vigente el compromiso con los altos fines y valores de la Universidad de Guadalajara. La Ley Orgánica, y los demás ordenamientos legales que de ella emanan, facultan al Consejo de Rectores para ejercer sus capacidades sin más restricciones que las que allí mismo se señalan.

6. A partir de este momento, el Consejo de Rectores ha decidido recuperar su dignidad y se compromete a restaurar el carácter colegiado de su quehacer, de manera que en su seno prevalezcan la razón y los argumentos fundados en deliberaciones serias, la libertad absoluta de opinión y el diálogo respetuoso.

7. Se compromete también a desempeñar con eficiencia y lealtad institucional sus responsabilidades, por lo que procederá, en breve, a proponer una agenda de trabajo de largo plazo, que restaure la conducción colegiada de la red universitaria. Que restituya la primacía de los fines académicos y redunde en mejores niveles de calidad en la docencia, la investigación científica y la difusión de la cultura.

8. La igualdad debe prevalecer entre los miembros de este Consejo. Aquí no debe haber y no habrá cabida para el autoritarismo ni para el protagonismo personal. Lo que distingue a los universitarios es su vocación por la inteligencia y no por el poder. La actuación del Consejo de Rectores será de respeto irrestricto a la pluralidad, la tolerancia y la diversidad que de manera natural define a todos los universitarios.

Por el Consejo de Rectores:
Guadalajara, Jalisco, 20 de agosto de 2008.



Ya si quieren algo menos serio pero sobre el mismo tema, el periódico Público de Guadalajara en su página web nos ofrece - de nueva cuenta- la oportunidad de jugar en linea "Bris-Bris Vs La Sombra"

La librería


Enlace| "La librería obvia" en Microsiervos

Rebeldía

¿Quieres ser rebelde? ¿Quieres ser un punk? Métete a una biblioteca. Ésos somos los nuevos rebeldes.

  • C.G.P.

Burning Tucson

Burning Tucson de kinoshaman
Via| Flickr

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La música o el arte menos apreciado

Pretender que Bach, Beethoven, Mozart, Rachmaninoff u Orff son actuales en la escena musical es una ilusión. También lo es el antiguo ritual (que pocos sectarios aún llevamos a cabo) de dedicarse a "escuchar" música sin hacer nada más que esto; así como cuando elaboramos el reporte de ventas del mes, en una empresa en la que no queremos trabajar, no vemos el televisor o "chateamos". La más lamentable de todas las pretensiones, en cuanto a música se refiere, es creer que a los "artistas" (vocablo que María Moliner debería considerar) les interese la música por la música, es decir, el lado artístico de la música.
Toda moneda tiene dos caras y en las divisas del Arte no hay excepción. Hay obras en todo género artístico que cumplen (o quiebran) el canon aceptado en ese momento histórico e incluso entretienen. La literatura es un ejemplo sencillo de exponer pero la pregunta motora de esta reflexión es: ¿cómo es que la música actual mantiene un estatus "artístico"? Aún leemos que forma parte de las Bellas Artes, con justa razón quizás, aunque los autores mencionados al inicio tienen bastante que ver con esta denominación y no así los "artistas" de hoy.
Cada vez que escucho a Philip Glass, mi hermano (quien se bautizó a sí mismo como Choikovsky, después de escuchar el nombre del compositor de "El Cascanueces") pregunta, sincero: "¿Cuándo van a cantar?", escucho a The Who o a Pink Floyd o a The Cinematic Orchestra y pregunta lo mismo. Bien sabemos que la voz, desde los cantos gregorianos hasta la ópera, se considera un instrumento que se añade a un conjunto orquestal o armónico general. Puede ser la "base" de la canción de la misma manera que los violines o las flautas, pero no lo es siempre.
Buscamos letras "inspiradoras" (defina esto como le plazca) en las canciones que escuchamos, un sonsonete pegajoso, un ritmo bailable, etc. ¿Es esto música? Hice un pequeño experimento fallido hace unos momentos: me costó mucho trabajo bailar la "Marcha Fúnebre" de Chopin o la "Metamorphosis II" de Philip Glass, sin sentir que cada paso que daba me conducía directamente al inframundo. ¿Son la voz humilladora del reggaetonero, la cadencia de las caderas (y sus colindancias) de una exótica bailarina o la potencia vocal de una soprano razones "necesarias y suficientes" para denominarlas "música" o, más aún, Arte, por sí solas?
Sonaré ortodoxo comparando a los dinosaurios "clásicos" con la música actual (disculpen la generalización), cómoda y ambiguamente denominada "posmoderna". Tal vez, pero, ¿de dónde salen Philip Glass o Günter Grass en el siglo XX? Del mismo lugar de donde salen Stockhausen y Jorge Enrique Adoum. Hagamos voluntariamente de lado las cuestiones que revelen nuestro bien fundado miedo a las influencias de tales o cuales autores en otros.
También me ha sucedido, en innumerables ocasiones, ganarme el desprecio de los asistentes y trabajadores del Teatro Degollado en Guadalajara (joya de arquitectura e ingeniería) por presentarme a escuchar a los Niños Cantores de Viena o a Adam Golka acompañado de la Filarmónica de Jalisco con un pantalón de mezclilla y una playera que bien podría decir: "Fuck the system" (aunque no lo diga). El único que va a parar las asentaderas a un teatro es el pianista o el director de orquesta y si los hay, no la Sra. Popof o el Sr. Mendezperezgomezjuarez Delacroix (porque todo se pronuncia junto y en una fracción de segundo). El mortal Nástenka visita aquel sacrosanto lugar de los dioses de la mediocridad y la hipocresía con la esperanza de escuchar música en el mejor lugar de Guadalajara para tales fines, y recibe una confusa mixtura entre el hermoso sonido del nuevo piano de la Filarmónica del Estado y la urraca vecina que critica el uso de unos zapatos de tal color con tal vestido (y eso que no vio que yo iba de chanclas).
El gusto artístico permanece como uno de los rincones ignotos de lo conversable, en realidad, el gusto es más como un arma de bolsillo que utilizamos en cada conversación sobre el Arte hasta "asesinar" las opiniones ajenas. El gusto en música es de los más difíciles de diagnosticar como "adecuados" por la sencilla razón de su popularidad. Si quiero dar mi opinión (gusto) sobre el Quijote, primero necesito leerlo, razón casi obvia (pues la mayoría que lo comenta en la calle no lo ha ni hojeado). En música sucede lo mismo, pero es más "sencillo" escuchar a tal compositor que leer al tal Cervantes. La verdad es que no es más sencillo, en realidad, es mucho más difícil para la mayoría de nosotros comprender cabalmente la diferencia entre la armonía y la melodía, una composición tonal y una modal o, en general, las herramientas y técnicas propias de la música como Arte. Y volvemos al inicio, ¿de verdad escuchamos la música que oímos?
No pretendo rebatir gustos, me encanta argüir pero reconozco mi inferioridad numérica y mi vulnerabilidad al publicar en el ciberespacio, así que mejor aplico la sabia rendición anunciada. Luchar contra el gusto es como tratar de convencer a un sordo de que un mudo lo está insultando mientras ríe a carcajada suelta. Sólo intento hacer que el lector que haya tenido la gallardía de llegar acá abajo reconozca su propio conocimiento musical y, sobre todo, el lado desconocido en la música que escucha. ¿Dónde está lo artístico en Britney Spears (musicalmente, lujuriosos) o en Daddy Yankee? Podría aventurar su inexistencia pero, de nuevo, quizás el sonido informe de unos glúteos que se contonean o el ruido de la artillería machista sean el nuevo canon musical. Prefiero no averiguarlo.

Imágenes
Adam Golka en el Teatro Degollado Vía Magazinemx
Philip Glass Vía Institute for Advanced Study
Arte Pop Vía Wil Murray

Persuasión

- Si de "forma intelectual" sé que la masa ósea de mi cráneo no resiste la colisión de un proyectil calibre 7.62 ¿Necesito confirmarlo de "forma no-intelectual"?
- Son prejuicios.
- Si termino tres metros bajo tierra... ¿Tendré menos prejuicios?
- Hum... Vamos a verlo…

(Me estaba persuadiendo para que dejara las drogas)

  • Autor: "Manasaputra"

Abbey Road Lego

Pasando a cosas más amables...


Imágen| Flickr: "Abbey Road" por Digger Digger DogStar
En el enlace del Autor encontrarán más de otros discos de los "Bitles".

El aumento

Yo trabajé más que él… ¡yo trabajé más que él! Yo merecía el aumento… Lo más cerca que tenía de las manos eran esas tijeras.
  • Decoloren

"Indolencia"


INDOLENCIA

¿De mi indolencia acaso
conoces el secreto?
¿Sospechas tú siquiera
lo que llevo aquí dentro?...
Porque me ves tendido a la bartola,
saboreando el denso
humo de mi cigarro, distraído,
y con la vista lejos,
¿ya quieres contemplarme desde lo alto
de tu embrionario y mísero cerebro?...

¡Pobre bestia de carga
que conoces el látigo y el diestro!
¡Mulo de noria! Sigue
tu voltear eterno.
Echa sudor, jadea,
resopla como fuelle que infla el viento,
híspete luego y grita
que a fuerza de labor ganaste el pienso.

Truena de justicia,
pon el grito en el cielo
porque también para mi pecho hay aire
y sol confortador para mis miembros.
Y en tanto te enronqueces
ponderando la gloria de tu esfuerzo,
déjame a mí vivir cuando me plazca
en la vida ultranoble del silencio...

¡No alcanzarán tus ojos,
por más que empines el menguado cuerpo,
a divisar la punta de las alas
del que vuele más bajo de mis sueños!...

ENRIQUE GONZÁLEZ MARTÍNEZ
En El poeta y su sombra
(FCE, México, 2005)

Imágen| "Fallen" por photobunny

Preguntas y respuestas: el Premio Aguascalientes

Aquéllos que tienen la gracia de conocer a Luis Vicente de Aguinaga, saben que, independientemente de calificativos innecesarios, no es un escritor o crítico de broma, mas sí un bromista. La solemnidad y profundidad que revisten sus reflexiones nos hacen suponerlo taciturno o hasta serio, pero el que trata con él sabe que Luis Vicente no es un gurú inaccesible o una vaca engordada por la presunción o una estrella pop que no atiende a sus fans; no, es un investigador comprometido y agradable con una risa de compadre tras unas copas.
En él comprobamos la letanía del Dr. Marco Aurelio Larios: cuando voy al banco o por la leche no soy un escritor, soy un hombre común y corriente. Esto mismo aplica con todos, aunque algunos escritores quieran pretender que no hay tal dicotomía y así lo demuestren. Luis Vicente de Aguinaga es uno de estos mortales más y como prueba les presento una pequeña serie de preguntas que le fueron formuladas por los responsables del Premio Aguascalientes de Poesía y que él responde con el mismo léxico y el mismo registro que utiliza para conversar.
Tremenda oportunidad de re-conocimiento de un poeta y un crítico la cual dista mucho de la condescendencia habitual en este tipo de formularios.

Aquí está el enlace al texto original.

En Turin

Encore une fois por Könrad
Via Flickr

Ocio

El ocio es la madre de todos los vicios, señor juez. Yo no tenía nada mejor que hacer.

  • Nástenka

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